Cada vez con mayor frecuencia escuchamos términos como “startups”, “agile”, “scrum”, “inversionista ángel” y “crowdfunding” entre muchas otras. Para quien no esté vinculado con este nuevo entorno de innovación y emprendimiento éstas palabras pueden sonar confusas o no tener conocimiento de su significado.
Una startup podemos entenderla como una empresa de reciente creación, normalmente enfocada en servicios o productos tecnológicos, con un alto componente de innovación y con posibilidades de crecimiento normalmente a través de financiamiento de terceros.
Pero, ¿qué hace diferente a este tipo de empresas de las empresas tradicionales?
Primero, que son empresas con una clara vocación de innovación, para lo cual, desde la concepción de la idea de negocio utilizan metodologías creadas originalmente para desarrollo de proyectos de software y aplicaciones, adaptadas a la creación y evolución de una empresa.
- Para estructurar la idea de negocio, normalmente se utiliza el “business model canvas” (BMC), metodología en la cual se establece con mucha claridad y en un formato completamente visual y racional los elementos clave de un negocio, como los socios clave, las actividades clave, la relación con los clientes, el segmento de clientes, los canales, la estructura de costos, la fuente de ingresos y, en el centro del canvas: la propuesta de valor, conceptos que desarrollaremos en siguientes publicaciones.
- Para la ejecución del modelo de negocio y propiamente el desarrollo del proyecto se utilizan metodologías como “legal project management” “agile”, “análisis de riesgos”, “project charter” las cuales constituyen una forma completamente novedosa de trabajar y organizar las operaciones del proyecto. Se utilizan herramientas como:
- La deconstrucción de todo lo que el proyecto debe lograr, las tareas que se deben realizar en múltiples niveles y todo ello, como el BMC, de una manera gráfica y muy lógica, a esta deconstrucción se denomina “work breakdown structure” (WBS) cuya finalidad es identificar con claridad todos los entregables del proyecto, las etapas suelen ser: inicio, planeación, ejecución, control y cierre.
- Análisis de las partes involucradas o “stakeholders”, que son todas las personas que se verán afectadas por el proyecto, pueden ser internas en la organización o externas. El análisis se hace con una matriz considerando dos variables: el poder o influencia que tienen sobre el proyecto, y el interés que tienen en el mismo.
- El diseño de un prototipo “minimum viable product” (MVP) para probar la capacidad de penetración del servicio, la respuesta de los clientes potenciales, las opiniones de quienes lo prueban y la viabilidad del proyecto. Una vez probado el prototipo, si es viable se hacen ajustes y se vuelve a probar, y así sucesivamente. A este ciclo de prueba, error, ajustes, prueba error, ajustes, se le llama “iterar”.
Con una definición clara del modelo de negocio, una deconstrucción de todas las actividades que se deben realizar para la debida ejecución del proyecto y la asignación de los responsables, el análisis de las partes involucradas, de los riesgos existentes y la posibilidad de mitigarlos, se diseña el prototipo, se prueba se ajusta y se vuelve a probar hasta que el producto o servicio tiene posibilidades reales de salir al mercado o en búsqueda de capitales.
Para financiarse existen diversos tipos de mecanismos y actores, “friends, family and fools” (FFF), literalmente los amigos, la familia y los ingenuos, “inversionista ángel”, “capital semilla”, “capital de riesgo”, todos ellos con unas características y grados de involucramiento en el proyecto diferentes. Al respecto abundaremos en otra entrada de nuestro blog.
Es muy importante que los abogados tengamos pleno conocimiento de estas herramientas y metodologías para comprender las necesidades de las empresas que demandan nuestros servicios y, porque no, aplicarlas a nuestra operación. Cada vez con mayor frecuencia nos solicitarán la constitución de sociedades que se desarrollarán en este ecosistema emprendedor.